Tus besos de sacarina
¿Sabes cuando sientes ese hormigueo, ese no se qué, ese calor intenso?
esas sensaciones tan fuertes como la ira, el miedo, el dolor y otros palpables como una espada entre las costillas,
así me siento, a tus pies, estúpido mientras me humillas.
A veces creo que los momentos dulces volverán edulcorados por el olvido y la pena,
agridulces por la duda, la mentira y las heridas,
volverán de tu mano, paseando mientras me miras.
Canciones que no dejan de resonar en mis oídos, tus palabras, nuestros gestos,
abrazos, caricias, la vida inyectada por vena, toxinas de tus besos,
felicidad intangible de esperanzas troquelada, con perfil crítico, punto por punto,
fraguando en la cocina del infierno, precocinando cada uno de tus versos.
Pero ya nadie me mira como tu lo haces, ya nadie en mi confía,
quien lo hacía ahora reniega, quien era mi amigo porfía, de la mano del miedo, caminando entre sendas se perdía,
el perdón que nunca llega, las palabras que no sentía, los recuerdos imborrables de esta y otras vidas,
porques que no dicen nada, ya lo he dicho, son razones valdías.
Busco entre tus senos, una llave, una llamada perdida,
cobertura mínima, politonos desde la otra vida,
números secretos, privados, personas como de mentira,
comunicando, nunca disponible, se te escapa el corazón que apenas todavía palpita.
Baterías desechables, cargadas tan solo una vez al día,
cuando se cruzan nuestras miradas, sonriendo, tu siempre lo decías,
tienes la mente sucia, no vale la pena perder la sonrisa,
por problemas que no nos importan, tras vidrieras rotas, estáticas, sin prisa.
Es triste admitirlo, apenas ocurre en la vida, uno, dos, tres, pocos días cuentan,
no me olvides, o eso decían, la llave en tu mano, abre o sueña,
momentos de sacarina, cuarzo, feldespato y mica,
una historia que a nadie importa, a nadia, ni siquiera a ti misma.
Hugo Alvarado Gómez ®
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