Mentiras de acero inexorables
La pulsación de tus dedos sobre las teclas del piano,
dulces palabras en forma de melodía,
atraviesan mi gesto congelándolo, destrozándome sin medida,
por el capricho de tenerme en tu mano, sin escapatoria, sin ser posible la huida.
Me atrapas irremediablemente con tus recuerdos,
en una maraña entretejida de palios y mentiras,
de irresistibles sirenas para vivos y cuerdos,
te deslizas bajo mi piel, mis ojos y a tientas desciendes al centro del placer,
asciendes ardiendo entre gemidos y no se que hacer,
si rendirme o matarte, acabar con este sinsentido, si acabar contigo de una vez.
Pero no puedo escapar, no puedo, no me dejas,
no consigo alejarme, cerrarte todas las puertas,
siempre caigo a un lado o a otro, perdido sin remedio, en tus caderas,
aléjate de mi por favor o ven a mi lado para siempre, máteme o desaparece,
porque nadie puede vivir con el odio recurrente, con la misma sensación de amor y muerte,
nadie puede vivir sin ti, mi amor, sin odiar, sin amarte.
Que mis manos ya no se aferran a las tuyas, que ya no puedo alcanzarte,
que no paseo contigo, que no puedo ser tu pareja de baile,
que no me das oportunidad de contigo salvarme,
que no tienes derecho, que no puedes, por favor... no me obligues a soñarte.
Hugo Alvarado Gómez ®
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