Cóncavo que no convexo
Sancta Santorum sencillo y olvidado,
de cosas vanas, pobres, medianas y valdías,
placer mundano que todos necesitan, dulce, casi normal,
vanal y tardía, postrera y perdida, de lo necio que he sido,
de lo estúpido y taimado, lento, desesperado.
De una casa la puerta y final del laberinto para otros,
de Rubik los quehaceres para unos, rutina para todos,
de mentiras diarias, de verdades y axiomas para unos y placebo necesario para nadie,
de todo un poco, dejadme, por favor dejadme, sobre libros donde solo descansa el polvo y me falta el aire.
Que no es una cueva por ser oscura y fría,
que no es un tormento por solitaria y vacía,
que no es un refugio por oculta y desconocida,
que sólo es mi alma, lo que acoges en tu seno y daba por perdida.
Hugo Alvarado Gómez ®
0 comentarios