El primero que muere es el que nunca la vida perdió
Sin poder ver el anverso de tus grandes renglones encuadernados en papel amarillento,
traspasando las horas velozmente entre lágrimas insonoras.
cansando, cansado, discutiendo y discutido por todos con palabras dolorosas.
Copiando antiguos versos, rememorando las mentiras de la vida, tristes, nunca desmentidas,
desde el punto de vista de la añoranza, del desposeido que nunca aprende,
que tu vida de mi no depende, sostiene una mentira, deshonrosa, totalmente perdida.
Canciones y otras bagatelas que deslucen momentos vividos, soñados, dulce olvido,
libelo de vidas rotas, caminando pasaremos, sin formato, camisa ni espanto,
sin tentaciones de volver a la misma senda, sin tétricas miradas entre sombras añorando.
Placebos increibles de vidas frustradas aplacando, con un clavel y un plumero resolver, pedir, perder,
desesperado por vender hasta lo último que no tengo, la vida, la mirada y tu carita "te quiero volver a ver".
Si es mucho lo que pido, más lo siento yo,
que nadie regala nada en esta vida,
y el primero que muere es el que nunca la vida perdió.
Hugo Alvarado Gómez®
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