Otra pausa dramática
Tienes un credo diferente, eres distinta,
no eres como el resto de la gente, tu raza es extinta,
pasas el tiempo soñando, perdida, nadie lo ve pero tu ya lo has imaginado,
abriendo una y otra vez la misma herida, secretos desentrañando,
dedicas tus mejores momentos, esa falacia compartida,
a los pobres sin suerte, pausas dramáticas y otros tormentos, sin red irremisible caída,
abrazas deseos imposibles, caricias en tu espalda dormida, secretas, felinas,
tristes por naturaleza, inútiles como la última colilla, destruidos para renacer,
pero aquí no hay Fénix, sólo plumas quemadas, con las que no hay quien escriba.
Pedazos de una estirpe que yace dormida, bajo mil kilos de tierra, a dos metros del aire que respiras,
yacen eternos los que nunca caminan, pesadillas que nunca se olvidan,
días de angustia y sobrecogimiento, de dudas y preguntas interminables, de pena, tristeza y color amarillo macilento,
pero se acaba la espera, la agonía se termina, estás ahí sentada, a la vuelta de la esquina,
con tu sonrisa velada, con tus zapatillas de bailarina, grácil, esbelta, alma helada, lasciva y perfecta,
pero no eres tú, no puede ser, otra vez la misma mentira, sigues del lado de la muerte, oculta entre su progenie,
vástagos malditos que roban mi tesoro, mi única salida,
desdichado, derrotado, postrero y tardío, sentimientos que no llegan, mejor haberlos olvidado.
porque dejarlos crecer es como nacer muerto, vivir una mentira y morir matando.
Hugo Alvarado Gómez ®
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