Cámara lenta
Movimientos pausados, pasos efímeros,
levedad imposible caminando tímidamente entre palabras,
sonriendo altivo, sonoras carcajadas a mandíbula batiente,
pasos firmes, momentos tristes,
sonidos ininteligibles y miradas perdidas, ecos de guerra,
la pena del esclavo, la miseria sin pertrechos para el viaje a ninguna parte,
docenas de rosas abrazadas al cristal de tus gafas de niña.
Saludas con la manita al gran ojo que te mira,
sonries al viento, tus ojos, tus días,
caricias que se recuerdan de nuevo tan vivas, tan cerca, tan sentidas,
camino, paso, observo, canto,
las melodías que tu mente aviva, que tu sonrisa provoca,
violines y pianos que nunca terminan.
Dibujos que nunca se tiran, partituras que se dan por perdidas,
antiguas nuevas viejas canciones que, una a una, acompañan tus sensaciones,
gestos que ya no veo, movimientos lentos, caidas de ojos, sonrisas,
manos que hierven, esperanzas que resucitan,
de un extremo al otro voy, como vela al viento en regata corsaria,
volando como nota aguda, como flecha que todo lo cruza,
como arco de Ulises que a casa vuelve,
como parodia de lo que fue y nunca resurgirá,
entre palabras y poemas, el verbo fluye, renacerá, en su eterna lucha,
pero que entre mis manos se disuelve.
Hugo Alvarado Gómez®
levedad imposible caminando tímidamente entre palabras,
sonriendo altivo, sonoras carcajadas a mandíbula batiente,
pasos firmes, momentos tristes,
sonidos ininteligibles y miradas perdidas, ecos de guerra,
la pena del esclavo, la miseria sin pertrechos para el viaje a ninguna parte,
docenas de rosas abrazadas al cristal de tus gafas de niña.
Saludas con la manita al gran ojo que te mira,
sonries al viento, tus ojos, tus días,
caricias que se recuerdan de nuevo tan vivas, tan cerca, tan sentidas,
camino, paso, observo, canto,
las melodías que tu mente aviva, que tu sonrisa provoca,
violines y pianos que nunca terminan.
Dibujos que nunca se tiran, partituras que se dan por perdidas,
antiguas nuevas viejas canciones que, una a una, acompañan tus sensaciones,
gestos que ya no veo, movimientos lentos, caidas de ojos, sonrisas,
manos que hierven, esperanzas que resucitan,
de un extremo al otro voy, como vela al viento en regata corsaria,
volando como nota aguda, como flecha que todo lo cruza,
como arco de Ulises que a casa vuelve,
como parodia de lo que fue y nunca resurgirá,
entre palabras y poemas, el verbo fluye, renacerá, en su eterna lucha,
pero que entre mis manos se disuelve.
Hugo Alvarado Gómez®
2 comentarios
Harmu -
Siento mucho si hoy no me has oido cantar. A veces recordar melodías también duele, y hasta yo puedo tener miedo. Ni siquiera mis garras de niña me protegen.
Besos niñuco.
zarem -