Páginas amarillentas
Desempolvando los pequeños misterios del día a día,
meditando sobre los grandes males del mundo,
adormecido entre las hojas muertas de un árbol tristemente diseccionado,
con una rima pueril, y a un ritmo por los años desfasado, solitario y descolocado.
A veces desgarro esas hojas, las destrozo las arranco,
consigo evitar el sollozo y la pena, la soledad de la trinchera,
el malestar y la condena de todos los problemas, de pequeños olvidos,
en tu alma, es tu miseria, borrar las letras viejas es imposible, incluso la mentira más rastrera.
Pero siempre hay más páginas, más sentencias y más letras,
más mentiras que proscribir, más perdones que no se dan, más olvido del que se puede conseguir
y más tristeza de la que pude nunca ocultar.
Hugo Alvarado Gómez®
meditando sobre los grandes males del mundo,
adormecido entre las hojas muertas de un árbol tristemente diseccionado,
con una rima pueril, y a un ritmo por los años desfasado, solitario y descolocado.
A veces desgarro esas hojas, las destrozo las arranco,
consigo evitar el sollozo y la pena, la soledad de la trinchera,
el malestar y la condena de todos los problemas, de pequeños olvidos,
en tu alma, es tu miseria, borrar las letras viejas es imposible, incluso la mentira más rastrera.
Pero siempre hay más páginas, más sentencias y más letras,
más mentiras que proscribir, más perdones que no se dan, más olvido del que se puede conseguir
y más tristeza de la que pude nunca ocultar.
Hugo Alvarado Gómez®
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